Las nuevas técnicas de reciclaje de plástico nos permiten dar una nueva vida a los residuos sólidos no biodegradables, haciendo un menor uso de materias primas y reduciendo el impacto medioambiental.
Bajo la denominación rPET se engloba el poliéster post-industrial, derivado de los desechos de producción, el poliéster de post-consumo y el poliéster perdido, como el recogido en los océanos y del que desconocemos la procedencia exacta.
Como parte de la economía circular -convertir los residuos en recursos- el rPET, además, presenta los mejores resultados en huella de carbono y eficiencia de material respecto a los otros materiales: fabricar este material reduce la huella de carbono hasta un 16%, un 20% el rastro de dióxido de azufre y un 45% menos de fosfatos.
Además de esta sostenibilidad, los tejidos rPET comparten los mismos beneficios que se atribuyen a otros plásticos sin potenciar una producción contaminante: son resistentes, con una alta durabilidad, tolerancia al calor y son flexibles e impermeables.
